En la sociedad actual, bien informada, la terapia hormonal sustitutiva (THS) para la mujer es objeto de intenso debate. Sin embargo, es una herramienta crucial para mejorar la calidad de vida de muchas mujeres durante la menopausia.
¿Cómo se manifiesta la menopausia en la mujer?
La menopausia es una fase que cada mujer experimenta a su manera. Es una parte natural del ciclo vital y puede causar diversos síntomas, desde sofocos y trastornos del sueño hasta cambios de humor. A veces puede parecer una montaña rusa salvaje. Aquí es donde entra en juego la THS, ya que puede ayudar a aliviar estos síntomas y también a mejorar la densidad ósea al complementar las hormonas sexuales en declive.
¿Qué dice la ciencia sobre la terapia hormonal sustitutiva?
Como con cualquier tratamiento médico, la THS tiene pros y contras. Es importante que se midan tus niveles hormonales individuales (hormonas sexuales y tiroideas) con un análisis de sangre. En función de los resultados de tu perfil de laboratorio y de tus necesidades individuales, tu médico te aconsejará.
Un estudio publicado en 2002 en la renombrada revista New England Journal of Medicine causó controversia en su momento. En él se concluía que los beneficios de la THS para tratar los síntomas de la menopausia eran menores que el mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama o trastornos cardiovasculares. Sin embargo, esta interpretación de los datos del estudio fue corregida por los propios autores en 2016, 14 años después.
Hoy en día, la ciencia reconoce que la terapia hormonal sustitutiva (THS) debería iniciarse idealmente en cuanto se produce la menopausia para obtener el mayor beneficio posible. Los estudios actuales indican incluso que la THS puede utilizarse tras un cáncer de mama sin factores de riesgo y sin aumentar las tasas de recidiva.
¿Influir en las hormonas con sustancias vitales?
Existe una notable similitud entre los cambios que experimentan las hormonas y determinadas sustancias vitales en nuestro organismo a medida que envejecemos. Ejemplos de estas sustancias vitales son el NAD (nicotinamida adenina dinucleótido) y el alfa cetoglutarato, ambos sumamente importantes para la función celular, pero que disminuyen con el tiempo.
En estos casos, puede ser beneficioso tomar micronutrientes específicos como el alfacetoglutarato de calcio. Los potenciadores del NAD, como el NMN (mononucleótido de nicotinamida) o el NR (ribósido de nicotinamida), también pueden ser útiles para aumentar la concentración de estas importantes sustancias vitales en el organismo.
Conclusión
El debate en torno a la THS nos muestra lo importante que es estar informados y mantener conversaciones abiertas con nuestros médicos. También subraya la importancia de los tratamientos personalizados basados en nuestros cuerpos únicos y nuestras necesidades específicas. En última instancia, todos tenemos el mismo objetivo: llevar una vida sana y feliz en la que nos sintamos cómodos en nuestra propia piel.