La investigación sobre la longevidad reconoce tres importantes vías de señalización en nuestro organismo que son responsables en gran medida de ralentizar el proceso de envejecimiento del cuerpo y de promover la salud. Actúan como sensores de energía y nutrientes en el organismo y reaccionan a los cambios que se producen en la célula. Cada una tiene su propio mecanismo que regula las funciones corporales y el proceso de envejecimiento. Las tres vías trabajan juntas en sinergia y son esenciales para el organismo. Sin embargo, tienen efectos diferentes en los procesos que influyen en nuestra longevidad y en las distintas vías metabólicas.
Sirtuinas: los interruptores de la longevidad
Las sirtuinas son proteínas especiales de nuestro cuerpo que desempeñan un papel importante en el control de nuestros genes. Para entender cómo lo hacen, primero tenemos que visualizar cómo se empaqueta nuestro ADN en las células.
Imagina nuestro ADN como una cuerda increíblemente larga: si se ensartara el ADN de todas las células de nuestro cuerpo, ¡cubriría mil veces la distancia de la tierra al sol! En última instancia, esta enorme longitud tiene que caber en nuestras diminutas células. Para que esto sea posible, nuestro cuerpo enrolla el ADN en diminutas «bobinas» llamadas histonas. El ADN empaquetado de este modo se guarda ordenadamente en las células.
NAD - sin esta coenzima, las sirtuinas son impotentes
Ahora entran en juego las sirtuinas. Tienen la capacidad de modificar las histonas, lo que influye en qué genes pueden leerse y cuáles no. Actúan como interruptores que pueden activar o desactivar determinados genes. Por eso también se las denomina «reguladores epigenéticos».
Sin embargo, para hacer funcionar estos interruptores y activar nuestros genes de la longevidad, las sirtuinas necesitan una coenzima especial llamada NAD (nicotinamida adenina dinucleótido). Sin embargo, a medida que envejecemos, disminuye la cantidad de NAD disponible en nuestro organismo. Sin este cofactor esencial, las sirtuinas ya no pueden funcionar eficazmente y su actividad disminuye. Se cree que ésta es una de las razones por las que nos volvemos más susceptibles a las enfermedades a medida que envejecemos.
AMPK - el director energético de la célula
Por último, la proteína cinasa activada por monofosfato de adenosina también desempeña un papel importante. La AMPK es una enzima de nuestras células que influye en la sensibilidad a la insulina y en la captación de glucosa en las células. Es como un guardián que comprueba constantemente si nuestras células tienen suficiente energía. Cuando la energía escasea, la AMPK entra en acción y se asegura de que haya más energía disponible.
Al mismo tiempo, la AMPK inhibe al antagonista mTor («diana mecanicista de la rapamicina»), que controla la producción de energía en nuestras células. Si mTor está demasiado activo, las células utilizan más energía para controlar los procesos anabólicos. Por tanto, la AMPK garantiza que nuestras células utilicen su energía de forma eficiente cuando escasean los alimentos. Sin embargo, la AMPK hace aún más por nuestras células. Les ayuda a obtener energía de las grasas y promueve la autofagia, un proceso en el que las células se limpian y rejuvenecen.
AMPK y salud: el papel clave en los procesos metabólicos
La activación de la AMPK puede verse influida por diversos factores, y hay varias razones por las que muchas personas tienen dificultades para activar la AMPK eficazmente:
Estilo de vida sedentario y falta de actividad física:
Un estilo de vida inactivo y la falta de actividad física pueden hacer que la AMPK no se active lo suficiente. La AMPK se activa con las contracciones musculares durante el ejercicio, pero la actividad de la AMPK puede reducirse en las personas que hacen poco o ningún ejercicio.
Dieta poco saludable:
Una dieta desequilibrada con un exceso de calorías, especialmente hidratos de carbono y grasas, puede perjudicar la activación de la AMPK. Un consumo elevado de calorías, especialmente de fuentes pobres, puede provocar un aumento del ATP (adenosín trifosfato) y dificultar la activación de la AMPK.
Resistencia a la insulina y obesidad:
Las personas con resistencia a la insulina u obesidad suelen tener problemas con la activación de la AMPK. La resistencia a la insulina puede alterar la vía de señalización de la AMPK, lo que conduce a una actividad reducida de la AMPK. La obesidad también puede alterar la función de la AMPK en el tejido adiposo.
Proceso de envejecimiento:
La actividad de la AMPK tiende a disminuir con la edad. Esto puede contribuir a que las personas mayores tengan dificultades para activar eficazmente la AMPK, lo que puede repercutir en el metabolismo y la homeostasis energética. Esto significa el equilibrio entre la entrada y la salida de energía que el cuerpo necesita para un rendimiento óptimo.
Factores genéticos:
La predisposición genética individual también puede desempeñar un papel. Algunas personas tienen variaciones genéticas que pueden influir en la función de la AMPK.
Estrés crónico:
El estrés crónico puede afectar al equilibrio energético e inhibir la activación de la AMPK. Las hormonas del estrés pueden influir en las vías de señalización de la AMPK e interrumpir así su activación normal. Una activación insuficiente de la AMPK acelera el proceso de envejecimiento y puede acortar la esperanza de vida y, en particular, la duración de la salud. El fármaco para la diabetes metformina y la sustancia vegetal natural quercetina activan la vía de señalización de la AMPK en el organismo y mejoran la sensibilidad a la insulina.
Cómo puedes activar la AMPK
La activación de la AMPK (proteína cinasa activada por monofosfato de adenosina) puede producirse de varias maneras, como mediante cambios en el estilo de vida, la dieta, el ejercicio y ciertos medicamentos. He aquí algunas estrategias para activar la AMPK:
Actividad física regular:
- Entrenamiento aeróbico: El entrenamiento de resistencia como correr, montar en bicicleta y nadar puede activar la AMPK, ya que afecta a los niveles de ATP y AMP
- Entrenamiento de resistencia: El entrenamiento de fuerza también puede activar la AMPK, especialmente en los músculos.
Restricción calórica y ayuno intermitente:
La ingesta reducida de calorías y el ayuno intermitente pueden activar la vía de señalización de la AMPK, ya que provocan un aumento del AMP en relación con el ATP.
Alimentación sana:
- Dieta baja en grasas y rica en fibra: Una dieta baja en ácidos grasos saturados y rica en fibra puede favorecer la activación de la AMPK.
- Alimentos que promueven la AMPK: Alimentos como el té verde, la curcumina (en la cúrcuma), el resveratrol( en las uvas rojas) y los ácidos grasos omega-3( en el pescado) pueden activar la AMPK.
Estresores metabólicos:
La terapia de frío o calor y las visitas a la sauna pueden provocar estrés metabólico y activar la AMPK.
Complementos alimenticios:
Algunos suplementos dietéticos pueden favorecer la AMPK, como la berberina, el ácido alfa-lipoico y la quercetina.
Medicación:
Algunos medicamentos, como la metformina (un medicamento para la diabetes) y el AICAR (un activador de la AMPK), pueden favorecer la activación de la AMPK.
Complementos alimenticios autorizados en el Reino Unido:
El mononucleótido de nicotinamida( NMN) es una sustancia química autorizada como complemento alimenticio en el Reino Unido. Según la legislación alemana y europea, el NMN (mononucleótido de nicotinamida) es una sustancia química no apta para el consumo humano. El uso de NMN es responsabilidad exclusiva tuya. Mantener fuera del alcance de niños y adolescentes. Sólo para uso científico, de investigación y de laboratorio.
Sin embargo, es importante mencionar en este contexto que cualquier cambio en el estilo de vida, como la ingesta de suplementos dietéticos o medicamentos, debe hacerse siempre consultando a un médico. La respuesta individual a estas intervenciones puede variar de una persona a otra y depende siempre de diversos factores, como el estado de salud, la predisposición genética y la medicación actual.
¿Es mTOR el poli malo? La longevidad requiere un delicado equilibrio
La mTOR, o «diana molecular de la rapamicina», es un actor clave en nuestro organismo cuando se trata de la división y el crecimiento celulares. Cuando nuestro cuerpo tiene mucha energía, mTOR se activa. Utiliza este exceso de energía para promover el desarrollo muscular y tisular. Un ejemplo del efecto de mTOR lo encontramos en las personas que hacen ejercicio con regularidad y consumen mucha proteína animal. Mediante su dieta y hábitos de ejercicio, aumentan la actividad de mTOR en su organismo. Esto hace que aumenten su masa muscular.
Esto es especialmente importante en la vejez, ya que mantener y aumentar la masa muscular puede proteger contra la sarcopenia, la pérdida de masa muscular relacionada con la edad, y la fragilidad general. Pero como ocurre con tantas cosas en la vida, hay un inconveniente. Demasiada actividad mTOR puede inhibir la actividad de nuestros genes de la longevidad. Desde una perspectiva evolutiva, esto tiene sentido: cuando hay suficiente comida y, por tanto, energía, el cuerpo se centra en el crecimiento y la reproducción en lugar de en la longevidad. Por tanto, en tiempos de abundancia, se trata más de la supervivencia de la especie que de la longevidad individual. Por tanto, es importante encontrar un equilibrio en la actividad de mTOR para favorecer nuestra salud y forma física, así como nuestra longevidad.
Proteínas vegetales y ayuno intermitente: encontrar el equilibrio con mTOR y aprovechar sus beneficios
El hecho es que todos necesitamos mTOR para fabricar nuevas células y mantener nuestra masa muscular, pero un exceso de mTOR es contraproducente para nuestra longevidad. Una forma de regular la actividad de mTOR es mediante la restricción calórica moderada o el ayuno intermitente.
Ambas estrategias pueden ayudar a inhibir temporalmente mTOR y mantener así el equilibrio en el organismo. También es importante prestar atención a lo que comemos. Las proteínas animales procedentes de la carne, el pescado y los productos lácteos pueden estimular mTOR y favorecer así el crecimiento y el envejecimiento celular. Las proteínas vegetales son una alternativa más saludable. Se encuentran en alimentos como las lentejas, las alubias, la soja o los pseudocereales como la quinoa. Estimulan mTOR con menos fuerza y, por lo tanto, deberían favorecerse como fuente principal de proteínas en nuestra dieta.
Conclusión
Situina, AMPK y mTOR son los tres actores más importantes de la longevidad. A nivel celular, su interacción determina si nuestro cuerpo está orientado hacia la longevidad o no. Las sirtuinas son importantes interruptores de la longevidad en nuestras células. Trabajan junto con el NAD y ayudan a activar nuestros genes de la longevidad. La AMPK y la mTOR son dos enzimas del organismo que funcionan como antagonistas.
Los estudios han demostrado que una mayor actividad de la AMPK conduce a un aumento de la esperanza de vida y de la salud, promueve la autofagia y mejora la sensibilidad a la insulina. Su homólogo mTOR, en cambio, se activa cuando hay un excedente energético y lo utiliza para iniciar procesos anabólicos como la construcción muscular. Aunque mTOR es esencial para el organismo, un aumento permanente de la actividad de mTOR se asocia a una inhibición de los genes de la longevidad.
Para promover un equilibrio de AMPK y mTOR, son adecuadas la restricción calórica moderada, el ayuno intermitente o el consumo de proteínas vegetales en lugar de animales. Nutrientes como la quercetina también ayudan a activar la vía AMPK, inhibir la mTOR e impulsar los procesos de longevidad.
Fuentes:
- Yanjun Li, Yingyu Chen. AMPK y autofagia. Adv Exp Med Biol. 2019.
- Hannah R Spaulding, Zhen Yan. La AMPK y la Adaptación al Ejercicio. Annu Rev Physiol. 2022.
- Marc Foretz et al. Metformina: de los mecanismos de acción a las terapias. Cell Metab. 2014.
- Fengwei Zhang et al. La quercetina modula la señalización AMPK/SIRT1/NF-κB para inhibir las respuestas de estrés inflamatorio/oxidativo en la aterosclerosis inducida por dieta diabética rica en grasas en la arteria carótida de rata. Exp Ther Med. 2020.
- Enyu Rao et al. Efectos dependientes e independientes de la AMPK del AICAR y del compuesto C sobre las respuestas de las células T. Oncotarget. 2016.