APOYO NATURAL
Cápsulas de sulforafano
neotes Sulforafano proporciona una dosis alta de 600 mg de extracto de brócoli, de los cuales 60 mg de sulforafano por dosis diaria.
- Con 60 cápsulas, cada frasco de sulforafano proporciona un apoyo óptimo durante 30 días.
- Vegano, sin OMG y sin aditivos.
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- El sulforafano, un derivado químico natural de la glucorafanina, se encuentra en muchas verduras crucíferas como el brécol, la col, las coles de Bruselas y los rábanos.
- La absorción del sulforafano de las variedades de col es difícil para el ser humano, ya que está unido al azúcar como glucorafanina. El sulforafano sólo se produce cuando el glucorafanina, glucósido del aceite de mostaza, es descompuesto por la enzima mirosinasa.
- El extracto de brécol se obtiene de las semillas del brécol.
- Sin gluten y apto para veganos.
neotes sulforafano
- Seleccionados por científicos con muchos años de experiencia
- Ingredientes altamente dosificados
- Entrega rápida y servicio de atención al cliente fiable
- Consulta telefónica gratuita para empezar el Viaje a la Longevidad
- Falta de formación científica
- Dosis a menudo bajas del principio activo
- Plazos de entrega más largos con un servicio de atención al cliente difícil de localizar
- Sin asesoramiento telefónico experto
Nuestro objetivo es ofrecer diagnósticos, micronutrientes y asesoramiento de primera clase y cuidadosamente seleccionados, orientados a una duración de la salud a largo plazo.
Los neotes Basics están especialmente desarrollados para quienes valoran los ingredientes conocidos y probados. Nuestra serie Básica también incluye cápsulas de sulforafano de alta calidad. Estas se caracterizan por una fórmula pura y sencilla que se centra en lo esencial.
Nuestras cápsulas de sulforafano tienen un color parduzco. El sulforafano en polvo tiene un sabor ligeramente amargo, pero apenas se nota al mezclarlo con otros alimentos o bebidas. El polvo de sulforafano es higroscópico, es decir, atrae la humedad del ambiente. Por tanto, debe conservarse en envases bien cerrados para preservar su calidad y eficacia. Nuestras cápsulas de sulforafano vienen en un tarro resellable que protege el producto de la humedad y la luz.
La cubierta de la cápsula consiste en hidroxipropilmetilcelulosa, una celulosa vegetal. Este tipo de cubierta de cápsula no afecta al sabor ni a la eficacia del sulforafano, por lo que es especialmente adecuada para complementos alimenticios.
Las cápsulas en sí son suaves y fáciles de tragar. Están diseñadas para disolverse en el estómago y liberar sulforafano rápidamente en el sistema digestivo. Esto garantiza una biodisponibilidad y utilización óptimas del sulforafano por el organismo.
Nuestro sulforafano está disponible en envases de un tamaño. El tarro estándar con 60 cápsulas es suficiente para 30 días. Si optas por el paquete, recibirás 3 tarros con un total de 180 cápsulas, suficientes para un periodo de 90 días.
Para asegurarte de que puedes tomar tus cápsulas de sulforafano de forma continuada, te recomendamos que hagas tu pedido con tiempo y tengas en cuenta nuestro plazo de entrega de 2-3 días laborables. Así recibirás tus cápsulas a tiempo y podrás seguir tomándolas sin interrupción.
En forma de cápsula, el sulforafano suele ser insípido, ya que la cubierta de la cápsula impide que se perciba el sabor del ingrediente. Sin embargo, cuando el sulforafano se toma en forma de polvo, a menudo se dice que tiene un sabor ligeramente amargo.
Sin embargo, es importante mencionar que la percepción del sabor puede variar de una persona a otra. Para quienes no les guste el sabor del sulforafano en polvo, tomarlo en cápsulas puede ser una buena alternativa.
Recomendamos tomar 2 cápsulas de sulforafano (600 mg de extracto de brécol, de los cuales 60 mg de sulforafano) al día por la mañana, sin masticar y con suficiente líquido.
La ingesta ideal de líquidos al tomar el producto puede variar de una persona a otra. Recomendamos un vaso de agua (250 ml).
La información presentada no pretende ser curativa ni fomentar la automedicación. Reservado el derecho a posibles errores de imprenta o tipográficos. Estado 01.11.2023.
Consulta a tu médico o farmacéutico antes de tomar suplementos dietéticos.
El sulforafano se suministra en un tarro que protege óptimamente las cápsulas de la humedad y la luz. El tarro debe mantenerse siempre bien cerrado y almacenado en un lugar fresco y seco, alejado de la luz, para preservar la calidad del producto.
El sulforafano, un derivado natural de la glucorafanina, se encuentra en muchas verduras crucíferas como el brécol, la col, las coles de Bruselas y los rábanos. Se produce por la reacción de la glucorafanina con una enzima llamada mirosinasa, que se libera cuando se destruyen las células vegetales.
La absorción del sulforafano de variedades de col como la coliflor o el brécol es difícil para el ser humano, ya que está unido al azúcar como glucorafanina. El sulforafano sólo se produce cuando el glucorafanina, glucósido del aceite de mostaza, es descompuesto por la enzima mirosinasa.
En la naturaleza, los depredadores dañan el tejido de la planta, lo que hace que se mezclen el glucósido de aceite de mostaza y la mirosinasa, ambos almacenados en células diferentes. Sólo entonces se libera el sulforafano. Al preparar el brécol para el consumo, por ejemplo, al picar y cortar los ramilletes de brécol se desencadena este proceso.
Cuanto más esperes, más sulforafano se liberará como resultado. Esto explica, por ejemplo, por qué el rábano rusticano rallado es tan picante, mientras que el rábano cocido y sin rallar parece menos o apenas picante.
El extracto de brécol es un suplemento dietético obtenido de las semillas del brécol.
El brécol, también conocido como brassica italiana (Brassica oleracea italica), tiene su origen en Italia y ya se cultivaba en la época romana. Pertenece a la familia de las crucíferas (Brassica oleracea) y, como todas las crucíferas, desciende de la forma silvestre de la col vegetal. El nombre brécol deriva de la palabra italiana »brocco», que significa »brote» o »retoño».
Hay pruebas de que el brécol ya se cultivaba hace 6000 años, lo que la convierte en la planta vegetal cultivada más antigua. Los romanos tenían en gran estima el brécol y lo cultivaban en sus jardines. En la antigüedad, se creía que el brécol poseía poderes especiales y aún hoy sigue siendo parte integrante de la dieta mediterránea.
El brécol no se popularizó en Alemania hasta la década de 1970 y ahora es muy popular debido a su sabor suave en comparación con otras verduras crucíferas.
PD Dr. Axel Polack
Consejo Asesor Científico Senior・Fundador
Con neotes, queremos devolverte el control sobre tu edad para que puedas conseguir todo lo que te propongas en la próxima etapa de tu vida.
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