¿Cuáles son los beneficios de tomar suplementos de D-ribosa?

Dado que la ribosa es un componente esencial del ATP, el portador de energía universal del organismo, los investigadores están estudiando la conexión entre la ribosa y las concentraciones de ATP. La ribosa podría utilizarse entonces como suplemento cuando los problemas de salud o el esfuerzo físico reduzcan el contenido de ATP de las células.

Las pruebas han demostrado que la administración de ribosa puede aumentar la biosíntesis de todas las biomoléculas en las que interviene la ribosa. En estudios con un número reducido de participantes, la suplementación de 15 g de ribosa mejoró el rendimiento cardiovascular durante el ejercicio en sujetos con insuficiencia cardiaca o cardiopatía coronaria.

En un ensayo con hombres sanos que se esforzaban montando en bicicleta dos veces al día, dosis elevadas de ribosa por un total de 150 g fueron capaces de regenerar las concentraciones de ATP en los músculos mejor que otros azúcares simples. Sin embargo, esta dosis supera la dosis de 36 mg por kilogramo de peso corporal calculada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como nivel superior de ingesta segura. La recomendación de la EFSA correspondería a una dosis diaria máxima de 2,9 g de ribosa para 80 kg de peso corporal.

Desde un punto de vista científico, la D-ribosa acelera la síntesis y regeneración de ATP en determinadas circunstancias. Esto parece ocurrir sobre todo cuando la función mitocondrial está alterada y la respiración celular ineficiente no produce suficiente ATP. Sin embargo, no se ha investigado suficientemente hasta qué punto la ingesta de ribosa tiene relevancia práctica para el rendimiento y la recuperación tras el esfuerzo físico. El uso de la ribosa en enfermedades cardiacas o síndromes de fatiga también requiere más investigación. En consecuencia, un comité de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria opina que la seguridad de la suplementación con D-ribosa aún no se ha demostrado suficientemente.